Situación de Xinjiang

Todo viajero de China sabe que sin su pasaporte a la mano, escaneo de rayos X y grifo de cuerpo completo, no puede ingresar a ninguna estación de tren o autobús regular. En un día normal, tal vez supere 10 comprobaciones de identidad en un día. Algunos de ellos menos notados como en el hotel o cuando compras un billete de tren, autobús o avión. Otras más evidentes como antes de entrar o algunas veces también al salir de algún edificio público.

Xinjiang, bajo su nuevo gobernador, ha duplicado o incluso triplicado eso y lo ha combinado con perfiles raciales. Hay puestos de control de la policía que piden a las personas de diferente apariencia que dejen el vehículo y se sometan a una identificación biométrica, rayos X y controles de equipaje / automóvil cada 50 a 100 km. Los 3-4 puestos de control de la policía se suman fácilmente a una hora completa adicional en su viaje en autobús de 6 horas a través del desierto.
Los puestos de control también son comunes en las ciudades y obstruyen muchas carreteras principales. En Xinjiang se le controlará entre 20 y 30 veces al día. Si su chino Han tal vez 5-10 veces.

Estas medidas de seguridad están destinadas a tranquilizar a los colonos Han sobre su seguridad, pero es muy probable que generen mucha ira y frustraciones con todos los demás grupos étnicos.

Como turista, es probable que se sienta molesto y perseguido por la policía. La policía de extranjeros me ha interrogado y seguido en varias ocasiones. Solicitando ver tus fotografías, con el pretexto de proteger a los grupos religiosos. Escuché sobre teléfonos formateados y tarjetas SD. Sospecharán que eres periodista.
Muchas otras veces simplemente no permiten que los extranjeros entren en pueblos, vecindarios o valles enteros sin razón o aviso. Muchas veces encontrarás una policía medio analfabeta o un perro guardián del ejército en un retén. Simplemente despidiéndote mientras los lugareños pasan sin control con gallinas, motos y autos.

Todas estas medidas ridículas y excesivas probablemente nublarán su experiencia en Xinjiang y China lo harán pensar dos veces antes de regresar a este país.